La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) han establecido varias directrices generales en materia normativa y regulatoria de la telemedicina. Estas directrices incluyen:
Acceso equitativo: la telemedicina debe estar disponible y accesible para todas las personas, sin importar su ubicación geográfica, nivel socioeconómico o capacidad física.
Calidad y seguridad: la telemedicina debe cumplir con los mismos estándares de calidad y seguridad que la atención médica tradicional. Esto implica la necesidad de utilizar tecnologías y procesos que garanticen la confidencialidad, integridad y disponibilidad de las comunicaciones y datos de los pacientes.
Marco legal: es necesario establecer un marco legal claro y consistente para la telemedicina, que aborde cuestiones como la responsabilidad de los profesionales de la salud, la protección de datos personales y la prescripción de medicamentos a través de plataformas digitales.
Capacitación y formación: los profesionales de la salud deben recibir capacitación específica en el uso de tecnologías de telemedicina y desarrollar habilidades para brindar atención remota de alta calidad.
Cooperación internacional: es importante promover la cooperación entre los países para compartir mejores prácticas, estándares y capacitación en telemedicina, con el objetivo de mejorar la atención médica a nivel global.
Estas directrices son solo algunas de las principales recomendaciones establecidas por la OMS y la UIT. Sin embargo, es importante destacar que la normativa y regulación de la telemedicina puede variar entre países y regiones, por lo que es necesario considerar las políticas específicas de cada lugar.
En Argentina, se aprobó el proyecto de ley nacional sobre los principios y alcances de la telemedicina el 15 de octubre de 2021, con el objetivo principal de regular el uso de tecnologías de la información y comunicación en el ejercicio de la medicina a distancia. En el marco de la ley anteriormente mencionada, dentro del Ministerio de Salud de la Nación se creó una coordinación de telesalud que tiene como misión, desarrollar e implementar una política pública a nivel nacional y federal de tele salud, mediante el uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), bajo estándares de interoperabilidad, seguridad y privacidad de la información, como una medida de equidad en el acceso a la salud de los habitantes de la Nación, reduciendo la sobrecarga del sistema sanitario. Esta ley establece que el profesional que interviene deberá contar con los medios tecnológicos necesarios para que los datos derivados del proceso asistencial al paciente sean comprensibles para que los ordenadores puedan interactuar entre ellos. Las tecnologías deben estar sometidas a evaluaciones técnicas, sanitarias y legales vigentes para su uso en telemedicina. Asimismo, deberán cumplir con los estándares mínimos de calidad para sistemas de información en salud, normas y protocolos de seguridad y ciberseguridad internacionales para la protección de la información.