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15.02.2024 | Guardar contenido Eliminar de contenido guardado Me gusta Quitar Me gusta

La Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) es una estandarización mundial de la información de diagnóstico en el ámbito de salud. Proporciona un lenguaje común que permite a los profesionales de la salud compartir información estandarizada en todo el mundo. Se compone de miles de códigos que se utilizan a nivel global para clasificar las enfermedades, adoptar decisiones acerca de la financiación de los sistemas de salud, elaborar estadísticas destinadas a hacer un seguimiento de las tendencias sanitarias y planificar la prestación de servicios. 

 

Su undécima revisión (CIE-11) se diferencia de sus versiones anteriores ya que por primera vez es completamente digital. Cuenta con una interfaz más amigable y con capacidades multilingües, su actualización y compilación se realizó gracias a la colaboración de más de 90 países. 

 

En Argentina, la implementación de la CIE-11 de la OMS se está llevando a cabo con el apoyo técnico de la oficina en Argentina de la OPS mediante un proyecto financiado por el Programa Global de Subvenciones de la Iniciativa de Datos para la Salud de Bloomberg Philanthropies. 

 

Este proyecto se lleva adelante tanto a nivel nacional como a nivel provincial y tiene como objetivo incrementar la precisión e integridad de los datos de defunciones del país para facilitar el procesamiento de datos e identificar tendencias y estadísticas.

 

Para mayor información sobre esta clasificación se puede acceder a: https://icd.who.int/es

 

 

Como se reconoce, el término inglés “Big Data” se refiere al conjunto de técnicas que permiten analizar, procesar y gestionar conjuntos de datos extremadamente grandes que pueden ser analizados informáticamente para revelar patrones, tendencias y asociaciones, especialmente en relación con la conducta humana y las interacciones de los usuarios. 

 

Los datos en el campo de salud provienen de diversas fuentes: registros médicos de los pacientes, redes sociales, datos genómicos, datos farmacéuticos, reclamos de seguros, telemedicina, aplicaciones móviles, sensores y otras, como estadísticas de ingresos o bases de datos medioambientales. 

 

Por otro lado, nuestro país posee aspectos regulatorios constitucionales que le brindan protección a la información para que no sea abiertamente divulgada, esta protección incluye: datos personales; datos sensibles; archivo, registro, base o banco de datos; tratamiento de datos; responsable de archivo, registro, base o banco de datos; datos informatizados; titular de los datos; usuario de datos; y, disociación de datos. 

 

Dentro de este marco en nuestro país se realizan desde hace más de 10 años diversos proyectos con un trabajo meticuloso de manejar una cantidad masiva de datos y anomizarlos para poder ser estudiados. Algunos ejemplos son: 


 

 • Detección de potenciales áreas de alta prevalencia de Chagas en regiones no consideradas endémicas: 10.500.000.000 de registros de llamados telefónicos anonimizados para buscar relaciones frecuentes de llamados entre zonas endémicas con personas que viven en otras áreas.

 • Datadonors es una plataforma de datos digitales para genética y salud que fue creada por la argentina Geraldine Guerón, investigadora del CONICET. Esta plataforma aúna múltiples datos sobre hábitos y variables de salud que diariamente se registran en aplicaciones de celulares de uso corriente y ha recibido numerosas menciones a nivel internacional.

 

 

Durante el primer trimestre del 2023 se aprobó en Argentina la ley que crea el Programa Federal Único de Informatización y Digitalización de las Historias Clínicas de la República Argentina. Si bien el proyecto genera debate y tiene por próximos desafíos la reglamentación de ley, su principal objetivo es atender al reclamo de muchos pacientes que esperan poder acceder a toda su información de salud en línea. 

 

Esta implementación fue acompañada por otras dos aprobadas durante los mismos meses:

 

 • la Receta Electrónica Bonaerense (REB): la primera etapa se encuentra vigente y permite la entrega presencial de la receta, pero con firma electrónica de los médicos, la misma debe ser aceptada en farmacias de Buenos Aires. La segunda etapa permitirá firmas digitales remotas con una integración de sistemas de validación internos de obras sociales y prepagas. Este formato de receta elimina la posibilidad de utilizar fotos del papel para mejorar la seguridad y eficiencia de la prescripción y dispensación de medicamentos.

 

 • La Norma 17.610 aprobada por IRAM sobre Ecosistemas Digitales de Integrabilidad (EDI) que finalmente brinda un marco de referencia nacional para ecosistemas de interoperabilidad estableciendo requisitos en cuestiones técnicas y de operación, así como también brinda recomendaciones legales para la gestión.

 

Si se desea conocer la ley de este programa se puede acceder a: https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/291214/20230731

 

 

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