A modo de síntesis sobre las especialidades que en la actualidad más usufructúan esta modalidad de atención, un reporte de la plataforma Doximity de Estados Unidos, que reúne a más de 2 millones de profesionales de la salud, indica que, en orden decreciente, las especialidades con mayor adopción de telemedicina fueron: radiología, psiquiatría y medicina interna.
En particular, medicina interna y medicina de familia, son especialidades que abarcan una amplia gama de condiciones y enfermedades, lo que hace que la telemedicina sea una herramienta muy útil para el seguimiento de pacientes con enfermedades crónicas, consultas de rutina y manejo de cuidados primarios.
En psiquiatría y Psicología, la telemedicina es utilizada con frecuencia debido a la naturaleza de las consultas, que suelen implicar terapia y evaluaciones de salud mental, las cuales pueden llevarse a cabo de manera efectiva a través de videoconferencias o consultas en línea, lo que aporta mayor comodidad y accesibilidad a los pacientes.
En tanto que, en radiología, la telemedicina se utiliza para la revisión y análisis de imágenes médicas, lo que permite a los radiólogos colaborar con otros médicos y proporcionar
diagnósticos más rápidos y precisos.
Por otra parte, una encuesta realizada en 2019 por la Asociación Médica Estadounidense (AMA) sobre 3500 médicos, poco más del 15% de los médicos trabajaban en prácticas que usaban telemedicina para interactuar con los pacientes, mientras que el 11,2% lo hacían para interactuar con otros profesionales de la salud. La misma encuesta determinó que las especialidades que más frecuentemente involucraban telemedicina para la atención de pacientes eran radiología (39,5%), psiquiatría (27,8%) y cardiología (24,1%), mientras que las que menos lo hacían eran obstetricia y ginecología (9,3%), gastroenterología (7,9%) y alergia/inmunología (6,1%). La cirugía también es una de las especialidades en las cuales menor incidencia tiene la telemedicina, ya que la que menor participación mayoría de los procedimientos quirúrgicos requieren una atención presencial y la necesidad de realizar intervenciones físicas en el paciente, lo que hace que la telemedicina sea menos aplicable en esta especialidad.
En cuanto a la interacción de una especialidad con otras especialidades, el uso de la telemedicina era mayor en emergentología (38,8%), patología (30,4%) y radiología (25,5%).