Los desafíos
Dentro de los principales desafíos que el marketing social enfrenta se encuentra la realidad de que, a diferencia de los productos comerciales, no existe un público objetivo interesado en que le “vendan” la idea de que no debe hablar por el celular mientras maneja, que debe vacunarse y que hay gente con necesidades que necesita una donación de dinero.
El marketing que comercializa productos y servicios suele tener interesados en conocer cuándo salió el nuevo modelo de zapatillas de su marca favorita, el último disco de la banda que más le gusta, las ofertas del alimento que compra para sus mascotas o las promociones que le brinde su tarjeta de crédito en descuentos. Tanto es así que en muchos casos las marcas seleccionan cuál de todos los usuarios interesados son los que mejor se adecuan a su modelo de negocios y enfocan sus acciones para dirigirse y captar solo a este público específico.
En cambio, el marketing social tiene lo que se llama “una demanda negativa”, no solo las personas no buscan activamente su consumo, sino que además el éxito de la campaña no puede ser medido a través de los mismos indicadores y los cambios de conducta que buscan generar no son necesariamente evidenciables desde un primer momento.
Los emprendedores
Para aquellos emprendedores interesados en realizar marketing social por una causa particular con la que desean colaborar, pero no tienen una formación profesional en marketing se podría afirmar que el principal desafío es entender cómo funciona la diversidad de medios y estrategias que hay a disposición.
No hay libros hoy que puedan enseñar sobre cómo las personas utilizan los medios de comunicación ya sean masivos o digitales. El consumo de cada uno de ellos es algo vivo que se encuentra en constante cambio y lo que fue auge el año pasado este año puede no serlo. De esta forma encontramos que: