Otro cambio cultural que han logrado los algoritmos es la sencillez en el aprendizaje y uso de la tecnología. Hoy las plataformas brindan “experiencias” de usuario “amigables” a través de sus interfaces “intuitivas”.
Hoy la edad no es una limitación para tener un canal propio, subir contenido y compartirlo. Probablemente la parte más compleja radique en interpretar los algoritmos en forma correcta para conseguir mejores resultados.
Según manifiesta la red social TikTok, su algoritmo se basa en los datos básicos del usuario para mostrarle contenido personalizado. Además, también utiliza otra información, como los ‘me gusta’, los usuarios con los que más se interactúa, los temas que se suelen compartir, los que se buscan (aunque luego no se compartan), los hashtags aplicados, el estilo de música que se elige, etc.
En cuanto a plataformas y redes sociales los algoritmos también dan preferencia a aquellos contenidos que demuestran tener gran aceptación.
En el caso de YouTube, la clasificación de videos para la búsqueda y su ubicación según temas relacionados se basa en algoritmos que trabajan las siguientes métricas: